Hoy es 20 de junio, día del rol gratis, y muchas personas y algunas editoriales han decidido celebrarlo con la publicación gratuita de una aventura. Y, como hace algún tiempo que tenía ganas de escribir una entrada me ha parecido que hoy era un buen día.
Supongo que como a muchos otros, según he ido envejeciendo he ido teniendo cada vez menos y menos tiempo que dedicarle a la creación de aventuras. Eso me ha ido definiendo mi estilo de juego, pasando de un juego a otro en busca de material
mascado y fácil. No es un tema (no siempre) de talento u originalidad. El tiempo es oro.
Sin embargo, tengo la impresión de que la mayoría de productores de rol está más enfocado en la creación de grandes básicos y de suplementos tras suplementos. Incluso, aquellos que publican aventuras lo hacen en un formato corto (
Crítico,
Nivel 9, la mayoría de las aventuras de
Hitos) que, de nuevo, invita a pasar de un juego a otro.
Y, aunque cambiar y variar está bien, estoy segura de que muchos de vosotros recordáis aquellas aventuras épicas, larguísimas, que eran un esfuerzo terminar y una gran satisfacción. No solo aquellas que se curraba un máster: las
Crónicas Giovanni o
El Auge de los señores de las Runas, sin pensarlo demasiado, son buenos ejemplos.
Y parece que ya nadie las quiere producir. Hay algún coletazo. Pienso en
Cazadores de Leyendas de Nosolorol. En la triología de Star Wars (sí, esos tres básicos que son prácticamente iguales con sus cientos de suplementos y, entre ellos, aventuras) que está publicando Edge.
50 Brazas tiene unas doscientas páginas en su versión inglesa. Una aventura que destila piratería por todos sus poros. Una mega hípica (ajá, hípica) aventura. Lista para jugar. No quiero un manual básico más. De verdad. Y, sin embargo, solo puedo decir una cosa...
(Ah, sí, y, por favor, seguid publicando más. Yo os las compro).