Me gusta que a los personajes de ficción les pasen horribles, Me leer/jugar/rolear en mundos ficticios en ruinas donde se puede ver lo peor de la especie humana, que es muy real salvo ahí donde son horrores ficticios, desencadenarse sobre personas ficticias. No es que obtenga un placer sexual o estético de ello, es que sencillamente no creo que deba discriminar en cuanto a formas de violencia siempre y cuando hablemos de un contexto ficticio.
La ficción es una magnifica herramienta para ponernos cara a cara de los horrores del mundo, y estos no van a desaparecer porque la gente cierre los ojos o clame, un poco como la buena señora Lovejoy, por una ficción blanca y pura. Los griegos hablan de catarsis, yo prefiero pensar en que es una pantalla sobre la que exponer la crudeza del día a día sin que nadie salga herido, y emplearla con un fin narrativo.
Lo repito.
No veo nada de malo en que a los personajes de ficción en historias ficticias les pasen horribles cosas ficticias pero que en nuestro mundo son bien reales siempre y cuando no sea apología de lo mismo. Porque es ficción. Porque nadie sale perjudicado. Porque no es apología de los horrores que la especie humana venimos cometiendo sobre nuestros prójimos desde, como mínimos, que eramos apenas monos de culo pelado peleando por fruta podrida o la última hembra sin emparejar de nuestra rama.
Sencillamente es un reflejo bastante menos oscuro y jodido de lo que realmente sucede hora tras hora en la Tierra. Nada de lo que un monstruo que abusa de niños de una campaña de Pateafinder se asemeja al horror real de gentuza hedionda como John Wayne Gacy o Ted Bundy.
Por supuesto es mi postura, mía. Habrá gente que no tenga otros criterios y otra sensibilidad, o falta de ella, hacia la violencia ficticia. Hay gente, lo sé lo he visto, que denuncia violaciones de personajes ficticios (caso de Sansa Stark en la mediocre serie Juego de Tronos) como si fueran violaciones reales, y otros que se desternillan de la risa cuando en El Pianista un oficial nazi tira por la ventana a un señor en silla de ruedas por no levantarse. No dudo que este último tipo de ser clamase al cielo si viese tamaña atrocidad en vivo, o vomitase del puro espanto o agarrase un fusco enloquecido y se dedicase a reventar jodidos boches, y aunque yo no veo nada gracioso en esa escena no me indigno.
Porque ese señor no existe. Porque ese nazi es un tipo disfrazado. Y porque todo ocurre en un mundo ficticio, inspirado en nuestro mundo, pero que no es mal real que el que de nuestras partidas.
Luego está el ARGUMENTAZO que he leído en varios sitios que viene a resumirse de la siguiente forma “SI TE PARECE BIEN QUE ESTÉ EN LA FICCION QUE CONSUMES ES QUE TE PARECE BIEN EN LA VIDA REAL”, y ahí ya es cuando me llevo mi fofa mano a la cara, otra a la botella de vodka de emergencia y bebo para poder sobrevivir. A mi hermana le encanta la película del Titanic y no la veo gimiendo de placer cada vez que se hunde un barco. Mi madre es fan de los slashers y no va por ahí apuñalando a nadie por esos lares. Joder, una de mis películas favoritas de todos los tiempos es Terminator 2 y no voy encuerado por ahí robando ropa, motocicletas y gafas a motoristas con un marcado acento austriaco.
Repito.
Que me parezca bien, que me parezca necesario para un correcto desarrollo de la ficción, no quiere decir que apoye dichos comportamientos en el mundo real. Una violación, un asesinato o una tortura me dan el mismo asco, la misma repulsa y despierta en mi la misma ira que a ti...en el mundo real. En la ficción lo entiendo como eso, un ejercicio de ficción.
Esto ya no es solo recordarnos a nosotros mismos que lo suceda en nuestras mesas de juego debe nacer de lo que estemos dispuestos a afrontar (si no te gusta el gore, no te gusta la crudeza de la mierda de mundo en la que vivimos y no te gustan los tacos perfecto, pero en mi mesa lo vas a pesar mal), sino lo que los demás están dispuestos a afrontar.
Repito.
Que me parezca bien a mí no quiere decir que te tenga que parecer bien a ti. Que te parezca mal no quiere decir que me tenga que parecer mal a mí.Que me parezca bien no me convierte en alguien que banalice la violencia. Que me parezca bien no me convierte en alguien obsesionado con lo más espantoso que ofrece el ser humano. Gracias.
Y que nadie se tope esto como un ataque personal. Es un ataque a una tendencia que veo, que no me gusta y que voy a combatir allá donde viva y more.
DISCLAIMER: ningún personaje ficticio sufrió daños, abusos o vejaciones durante la redacción de este artículo. Básicamente porque es ficticio y no puede.